domingo, 16 de octubre de 2016

LA FALSA BULA

            Isabel I de Castilla, la Católica, era hija de Juan II de Castilla y de Isabel de Portugal, y hermana paterna del rey castellano Enrique IV.
En 1468 Enrique IV reconoció a la princesa Isabel como heredera al trono en el pacto de los Toros de Guisando, por lo que privó de los derechos sucesorios a su propia hija, la princesa Juana, llamada la Beltraneja.
Enrique IV deseaba casar a Isabel con la hija de don Juan Pacheco, un noble castellano, hombre de confianza del monarca. Sin embargo los consejeros de Isabel, con el fin de consolidar su posición política, acordaron su boda, en secreto, con don Fernando, primogénito de Juan II de Aragón.
Rodrigo de Borja
Pero había un problema canónico: los contrayentes eran primos, pues sus abuelos eran hermanos, por lo que necesitaban una bula papal que autorizara los esponsales. El Papa, Paulo II, temeroso de las posibles consecuencias negativas que este acto podría traerle, no firmó el documento; sin embargo estaba de acuerdo con este matrimonio por los beneficios que le podría traer estar a bien con la princesa Isabel, por lo que ordenó al cardenal Rodrigo de Borja dirigirse a España, como legado papal, para facilitar el enlace.
         Fernando, Isabel y sus consejeros recelaban de contraer matrimonio sin la autorización papal, por lo que, con la connivencia del cardenal Borja, presentaron una bula falsa, supuestamente emitida en junio de 1464 por el anterior Papa, Pío II, a favor de Fernando, en la que se permitía contraer matrimonio con cualquier princesa con la que le uniera un lazo de consanguinidad de hasta el tercer grado.
            Isabel aceptó y firmaron las capitulaciones el 5 de marzo de 1469 en Cervera (Lérida)
          Ante el temor de que Enrique IV descubriera sus planes, en el mes de mayo y con la excusa de visitar la tumba de su hermano Alfonso, Isabel escapó de Ocaña, donde estaba custodiada por Juan Pacheco, y Fernando atravesó Castilla disfrazado de mozo de mula de unos comerciantes, para reunirse en Valladolid y contraer matrimonio el 19 de octubre del mismo año.
Al año siguiente, Enrique IV, molesto por este matrimonio, decidió desheredar a Isabel y rehabilitar en su condición de heredera a Juana la Beltraneja, que fue desposada con Alfonso V de Portugal. El monarca Enrique también llegó a paralizar la bula papal de dispensa por parentesco entre Isabel y Fernando, pero finalmente, el 1 de diciembre de 1471, Sixto IV emitió la bula que dispensaba al matrimonio de sus lazos de consanguinidad.
           A la muerte del rey castellano en 1474, un sector de la nobleza proclamó a Isabel soberana de Castilla, mientras que la otra parte reconocía a Juana, lo que supuso el inicio de una sangrienta guerra civil en la que los partidarios de la Beltraneja sufrieron una gran derrota en la batalla de Toro en manos del príncipe Fernando de Aragón.
          Los combates se sucedieron hasta 1479, en que el tratado de Alcaçobas puso fin a los enfrentamientos reconociendo a Isabel como reina de Castilla. Este mismo año moría el rey Juan II, por lo que Fernando II accedió al trono de la Corona de Aragón, consiguiendo de esta manera la unión dinástica de Castilla y Aragón.






BIBLIOGRAFÍA

-VACA DE OSMA, JOSÉ ANTONIO. Los Reyes Católicos. Espasa (Biografías) Madrid, 2001.
-Historia de Aragón. Coleccionable Heraldo de Aragón. Zaragoza, 1991.
En la web:
-www.arquehistoria.com. La boda clandestina de Isabel y Fernando.
-www.biografiasyvidas.com. Fernando II el Católico, Isabel la Católica.
-Wikipedia. Fernando II de Aragón.


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