domingo, 2 de julio de 2017

LAS TUMBAS RECTANGULARES DE CASTILLO BARUES

Tumbas rectangulares en Castillo Barués (Sos del Rey Católico)

                   En Castillo Barues, sobre un cercano altozano en la base del monte del Castellazo, desde donde se divisa toda la pardina, se encuentran dos tumbas rectangulares excavadas en una gran roca.
                Algunos investigadores suelen asociar este tipo de sepulturas en piedra a las comunidades cristianas medievales, aunque según otros estudiosos los enterramientos en piedra podrían ser también de época romana e incluso anterior.
               

Las tumbas están excavadas en paralelo y tienen ambas la misma longitud.
                    El profesor Alberto del Castillo, prestigioso investigador de las sepulturas excavadas en roca, opina que las tumbas de piedra más rudas, menos elaboradas, como las sepulturas con forma rectangular, trapezoidal, de bañera o de ángulos redondeados, tienen la misma cronología y serían de los siglos VI-VII d.C., mientras que las antropomorfas, más evolucionadas, serían de los siglos IX-X d.C., asociadas a la repoblación cristiana del norte de la Península.
                Según esta teoría, las tumbas de Castillo Barués podrían datarse entre el siglo VI y VII de nuestra Era, pero también es cierto que no dejan de ser teorías y que no existen otros indicios o elementos que nos puedan desvelar la verdadera cronología de sendas sepulturas.
                No hay más tumbas por las cercanías de Castillo Barués, por lo que el hecho de que aparezcan estas tumbas tan aisladas, según Mario Jorge Barroca, estaría relacionado con un poblamiento pequeño y disperso, en contraposición a las grandes necrópolis existentes en núcleos de población agrupados.

Ranuras a modo de canalización rodean los nichos
Las dos tumbas tienen exactamente las mismas medidas, unos 172 cm de largo por 40 de ancho, y están excavadas en paralelo, una junto a otra, en una gran losa inclinada mirando hacia poniente. Aunque probablemente en su talla se buscó la disposición de la cabeza hacia el levante, esta orientación no es del todo completa, probablemente debido a que la situación de la roca, su inclinación, y el espacio a ocupar de los nichos impedía que su orientación fuera total y exacta.
Junto a los nichos, y bordeando su perímetro, existen talladuras a modo de ranuras o canalizaciones que debido a la inclinación de la roca vierten al exterior,a la ladera del monte, y que pueden indicar la función de evacuar líquidos corporales o el vaciado del agua de lluvia.

Cruz y signo tallados en una roca cercana a las tumbas


En otra losa de piedra cercana, más pequeña, a escasos metros de las tumbas, encontramos dos inscripciones talladas en la roca: una cruz, que podemos imaginar su significado, y un dibujo, signo, marca, símbolo o “garabato” con forma parecida a la letra griega gamma, del que se desconoce su significado.
           


    






BIBLIOGRAFÍA

-BARROCA, MARIO JORGE. “Sepulturas escavadas na rocha de entre Douro e Minho” Portugalia, Nova Serie, nº 31-32, pp. 115-182. Universidad do Porto (Portugal) 2010-2011.
-CASTILLO  YURRITA, ALBERTO del. “Cronología de las tumbas llamadas Olerdolanas” Actas del XI Congreso Nacional de Arqueología. Mérida, 1969. Zaragoza, 1970: Secretaría de los Congresos Arqueológicos Nacionales, pp. 835-845.
En la web:

-www.claseshistoria.com. Revista de Claseshistoria. Publicación digital de Historia y Ciencias Sociales. Artículo nº 384, 15 de julio de 2013. Las sepulturas antropomorfas.  Roberto Rodríguez Violat.

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