sábado, 5 de septiembre de 2020

EL CHOTACABRAS O ENGAÑAPASTORES

Caprimulgus rufficollis. Chotacabras o engañapastoes, perfectamente confundido con el terreno.
(Foto de Marcelino, en www.verpueblos.com. Hortiguela.Burgos)

                  Con la llegada de la primavera comienza el retorno de las primeras aves migratorias. El cielo de Sos empieza a poblarse de golondrinas, aviones comunes y vencejos. Pero hay otra ave que viaja con ellas y que apenas la nombramos  porque no la vemos. Sabemos que existe, pero como apenas se deja ver, la ninguneamos y no le prestamos atención, siendo una de las aves más curiosas de nuestro entorno por su peculiar comportamiento. Se trata del  caprimulgus ruficollis, más conocido como chotacabras (no confundir con chupacabras) o vulgarmente  como “engañapastores”  
                    No las vemos llegar de su larga migración desde los países africanos cercanos al Golfo de Guinea porque son aves de hábitos nocturnos y la migración la hacen durante la noche y, como animal nocturno que es, apenas tiene actividad durante el día y, al no ser tampoco un ave urbana, resulta muy difícil poder verla. Por pura probabilidad estadística, las personas que pasan muchas horas en el campo y en el monte son las que tienen más opciones de encontrarse con ellas, y estas personas son los pastores.
          
El camuflaje del engañapastores es extraordinario
(Foto de Xurxo.Blogueiros.axena.org.)
El caprimulgus ruficollis es una especie de ave de la familia caprimulgidae, de patas pequeñas y débiles, pico pequeño pero  de boca enorme flanqueada de fuertes y desarrolladas cerdas que le ayudan a atrapar los insectos cuando la abren durante el vuelo;  tienen un plumaje críptico, es decir, con gran facilidad para camuflarse y mimetizarse con el terreno, de tonos pardos, castaños y grisáceos con veteados blancos y negros, muy parecido a las hojas secas del suelo o a la corteza de un árbol. Durante el día reposa en el suelo, sin moverse, con los ojos cerrados o semicerrados, confiado en su excelente camuflaje para hacer frente a los depredadores, y es al anochecer y durante la noche cuando inicia su actividad, consiguiendo un vuelo muy rápido y ágil con sus largas alas y cola, como los vencejos pero más grandes en envergadura, a la vez que silencioso, como si de una rapaz nocturna se tratara.
                Su nombre científico( caprimulgus) deriva de la combinación de las palabras latinas capra (cabra) y mulgere (ordeñar) = ordeñacabras. El término "chotacabras", en español, significa lo mismo y viene de un término arcaico, “chotar”, que proviene del latín suctare (mamar) y hacen referencia a una antigua creencia por la que se pensaba que estas aves, al estar constantemente con los rebaños de ovejas y cabras se alimentaban mamando de las ubres de las mismas, pero la realidad es que se acercan a los rebaños para volar entre ellos y capturar al vuelo, con su enorme boca abierta, los pequeños insectos voladores que suelen acompañar al ganado. Pero ya sabemos cómo es la tradición popular, máxime tratándose de un animal que arrastra desde el siglo XVI mala fama, representado como un ser monstruoso y protagonista de terroríficas leyendas. Ya Jheronimus Van Aken, El Bosco, en su famoso tríptico "El jardín de las delicias", pinta en la parte derecha del tríptico, que representa el infierno, un chotacabras devorando un ser humano con su enorme boca.

                El hábitat preferido del chotacabras son las zonas cálidas y secas de moderada altitud y poco arbolado. Prefiere paisajes mixtos con alternancia de arbustos y árboles dispersos con cultivos y eriales, huertas y sotos fluviales, huyendo de los frondosos bosques y de las zonas montañosas. Es muy típico verlo por las noches posado en las carreteras, deslumbrado por los faros de los coches, motivo por el que suelen aparecer muchos atropellados.
              
Polluelo de chotacabras en el nido
(Foto: Xurxo. Blogueiros.axena.org.)
                     El canto del macho viene a ser como un contínuo croar, muy parecido al traqueteo constante del motor de un camión.Aunque personalmente todavía no he visto ningún chotacabras sí he oído su característico "motor en marcha" en las proximidades del convento de Valentuñana. El canto para llamar la atención de la hembra es distinto y se asemeja a un silvido terminado en una nota de su característico "croar".
                  El chotacabras no utiliza ningún material para construir su nido, simplemente hace la puesta directamente en el suelo, generalmente dos huevos, cuya cáscara posee un color muy críptico confundiéndose fácilmente con guijarros, y muy similar al terreno, por eso la puesta siempre la realiza  junto a hojas secas o algún trozo de madera, que servirán también de camuflaje para los futuros polluelos.
                Lo más curioso y significativo de esta ave es su mecanismo de defensa ante una seria amenaza contra su nido o sus polluelos, lo que le ha servido para ganarse con todo merecimiento el sobrenombre de engañapastores.                
               Ya hemos visto cómo el chotacabras pasa el día tumbado en el suelo confiando en su excelente camuflaje, y así permanecerá inmóvil hasta que una persona o cualquier otro animal esté justamente encima de él, entonces levantará el vuelo y se marchará. Tanta es la confianza que tiene en su mimetismo que esperará hasta el último segundo para huir y. es verdad, es imposible de distinguirlo cuando está inmóvil entre los guijarros, palos secos y hojarasca. Pero cuando está cuidando de su puesta  de huevos o de los polluelos el comportamiento es distinto. Antes de aproximarnos a él tanto como nos hubiera dejado si no tuviera nidada, levantará el vuelo y, con unos movimientos aparentemente torpes en el volar, como si estuviera enfermo, o herido en un ala, se desplazará unos metros, distanciándose de nosotros, y volverá a posarse en el suelo aparentando ser una caída; al acercarnos de nuevo volverá a hacer la misma maniobra: levantará el vuelo no más de un metro del suelo, con movimientos torpes y volviendo a caer, y así cuantas veces nos aproximemos a él, habiéndonos desplazado del lugar de la nidada lo suficiente como para que ésta se encuentre a salvo. Este “engaño” es  la forma que tienen los chotacabras de defender sus polluelos ante una amenaza y, como en el campo, debido a su trabajo, son los pastores quienes pasan la mayor parte del tiempo, y los que más han sufrido este hábil engaño, popularmente se añadió al animal el sobrenombre de “engañapastores”
              
La boca del chotacabras es enorme en comparación a su cuerpo. Le sirve
para capturar insectos por la noche mientras vuela.

(Foto: InfoHuévar. infohuevar.es.20/09//2014)
                       Es significativo también el engaño al que son sometidos los perros del pastor o de los cazadores, llegando éstos a desatender totalmente sus labores de pastoreo o de caza ante el inútil intento de cazar al chotacabras.
                Esta es la verdadera razón del porqué a estas aves se las llama “engañapastores”, pero la tradición popular, esa que cuenta que “dicen que…”, “en cierta ocasión…” etc..., donde la imaginación y la exageración de los acontecimientos hacen que una historia, real o no, se convierta en leyenda, hace que en otros lugares de la geografía española el mismo suceso se narre de forma distinta, aunque en el fondo, el resultado final sea el mismo. Es lo que sucede, por ejemplo, en Fuencalderas, localidad también cincovillesa, no muy distante de Sos, donde el significado del “engañapastores”, según la tradición popular, se debe a que en cierta ocasión un pastor se disponía a comer migas, y mientras las estaba cortando vino a posarse en su rodilla el pájaro; el pastor quiso darle un pinchazo con su cuchillo, pero engañado por el ave por el característico movimiento de vaivén que tiene al posarse, se lo clavó él mismo en la pierna[1]. Además, tanto en Fuencalderas como en otras localidades de la geografía española, atribuyen el sobrenombre de "engañapastores" a un ave distinta: la motacilla alba (lavandera blanca)
               
                         Tras la nidada y cría de los polluelos y con el cambio de estación, el chotacabras, junto con otras aves, emigrará de nuevo a tierras africanas hasta la siguiente primavera.

Los ojos del chotacabras son grandes para facilitarle la visión nocturna
(Foto:InfoHuévar. infohuevar.es. 20/09/2014)





[1] Arbués Possat, José. Tradiciones, costumbres y lengua en Fuencalderas. P. 122. Quadernos Jean-Joseph Saroïhandy. Prensas Universitarias de Zaragoza y Xordica Editorial.







BIBLIOGRAFÍA

-ARBUÉS POSSAT, JOSÉ. Tradiciones, costumbres y lengua en Fuencalderas. Quadernos Jean-Joseph Saroïhandy. Prensas Universitarias de Zaragoza y Xordica Editorial. Zaragoza, 2012.

En la web:

-Wikipedia. El engañapastores

2 comentarios:

  1. He estado esta mañana cuidando de este bello pájaro hasta verlo partir. Anoche lo encontré dentro de casa, los ventanales son amplios, debió entrar por ahí. Lo mantuve en una cajita y lo he liberado temprano. Pude observarlo largo y tendido. Ahora sé que pájaro era. Por cierto,tambien sufrí su engaño. Muchas gracias por la información.

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    1. Muchas gracias a tí. Me alegro que te haya gustado. Un saludo

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